Ponerse una zanahoria imaginaria que sirva de acicate para empujarnos a hacer lo necesario hasta conseguir alcanzarla, funciona. Y, en ocasiones, es aún más efectivo si el fin obedece a un propósito que afecta a otros y tenemos testigos.
https://elpais.com/elpais/2016/07/24/eps/1469311537_146931.html
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