Jaume Serra tiene como producto estrella la botella de cava a 3 euros. Se ha convertido en el cava más vendido de España, con una cuota de mercado que roza el 19%, según Nielsen.
https://www.elconfidencial.com/empresas/2018-03-30/plan-aleman-freixenet-jaume-serra-mercadona_1542868/
Henkell compra Freixenet a precio de derribo gracias a las sinergias en Alemania. La operación valora la totalidad de la compañía en 440 millones de euros, un precio muy por debajo de los más de 500 millones que esperaban las familias accionistas.
"Al final, ha sido un distribuidor que rescata a su proveedor para mantener intacto su negocio en su propio país."
COMENTARIOS:
OVECO (El Confidencial 18/03/2018): Un desastre para España. Y en Cataluña no les importa un pito a sus fuerzas vivas, la única excepción fue un consejero que, casualidades de la vida, estaba en contra del procés. Se nota cuánto se ocupa el nacionalismo de los problemas reales de Cataluña. Algunos se llenan la boca con independizarse de España al mismo tiempo que empresas importantes de la economía catalana, Abertis y Freixenet, pasan a depender de italianos y alemanes.
Resultados electorales en San Sadurní de Noya, JuntsxCat 29%, ERC 26%, CUP 6%, es decir, mayoría clara independentista. El artículo dice que los payeses van a encontrar un negociador más duro en el nuevo amo teutón. Pues nada, majos, yo os propongo un nuevo lema, Alemania nos roba.
Alguna vez lo he comentado. Lo de los champaneros tiene mucho mérito empresarial. Los catalanes pusieron el champán al alcance de las masas (hombre, obviamente la calidad de un Carta Nevada no es la misma que la de un Moet Chandon). Codorniu y Freixenet eran compañías independientes pero con cierta fuerza que mantenian el tipo frente a las multinacionales extranjeras. Por eso la caída de Freixenet, es, insisto, un desastre para España.
VICENTE (El Confidencial 18/03/2018): Respondiendo a OVECO, yo creo que si esta operación es un desastre para alguien, será `para Cataluña, pero seguro que no para España. Las prebendas otorgadas por el franquismo a Codorniu y Freixenet (para entendernos) nos ha costado mucho dinero a los españoles, aunque no lo reconozcan los libros de texto catalanes. La baja calidad de esos productos les ha llevado donde les ha llevado y ha obligado a otras bodegas españolas a mejorar la calidad de sus cavas para poder competir con las subvencionadas catalanas. Esta realidad es absolutamente rechazada en Cataluña, y así les va a ir. Por tanto, mantengo que España se verá claramente beneficiada porque los alemanes se hayan quedado con este espumoso de segunda categoría.
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